Paula, sus inicios.

Afortunadamente, cada vez somos más los que conocemos y sentimos un profundo amor hacia nuestra fundadora Paula Frassinetti. Su legado está presente en el día a día de cada uno de nosotros tanto dentro como fuera del colegio.

Sin embargo, todo el camino que Santa Paula tuvo que recorrer durante su vida para alcanzar su sueño es algo desconocido para muchos, y no por ello menos importante.

¿Qué os parece si investigamos un poquito sobre su vida y a la vez vamos haciendo un repaso a la historia de aquella época?

Empecemos por el principio...

Paula Frassinetti nació, después de sus hermanos José y Francisco, el 3 de marzo de 1809 en Génova.

Por aquel entonces, la República de Génova era un territorio perteneciente al Imperio Francés. Esto no siempre fue de esta manera, pues Génova había sido un enclave a tener en cuenta en el medievo cuando contó con gran relevancia política. Tanto fue así que, en los posteriores años de bonanza económica gracias a su puerto, creó el primer edificio dedicado a la Bolsa sitado en el Palacio de San Jorge y que aún puede verse actualmente.

Aunque con altibajos, en la época de Santa Paula, su economía aún se basaba en los recursos que le ofrecía su puerto tanto para el desarrollo industrial como el de los astilleros.

El mismo 3 de marzo, que cada año recordamos con cariño sincero en el colegio y en nuestras vidas pues es un día especial para todos, se bautizó en la Iglesia de San Esteban de Génova. En aquella misma pila bautismal se había bautizado también, varios siglos antes, otro ilustre genovés: Cristóbal Colón.

Después de Paula llegaron otras dos alegrías a su familia, Juan y Rafael. Los padres, Juan Bautista y Ángela y los cinco hermanos, cuatro varones y una mujer, crecieron felices y amados en la casa paterna hasta que ocurrió algo devastador para la familia. Dios quiso llamar a Ángela a su lado antes de lo que se esperaban.

Paula tenía 9 años cuando sucedió esto. Era tan solo una niña, pero en su calidad de mujer fuerte y valerosa tomó las riendas de la situación y no escatimó en cuidados y amores hacia todos.

Aunque su espíritu religioso ya había comenzado a brotar, éste cobra especial protagonismo con posterioridad...

¿Os apetece seguir conociendo más secretos de Paula? ¡Esperamos que sí! ¡Hasta la próxima!