Asociación Antiguos Alumnos y Profesores Doroteas Avilés
Colegio Doroteas de Avilés
¡Hola a todos!
Hoy os queremos relatar la historia del comienzo de las madres Doroteas en Avilés. Estamos en el año 1957. Avilés, ciudad de gran desarrollo industrial, abre sus puertas a las madres Doroteas. Así fue como ocurrió.
El párroco de Pillarno, pequeño pueblecito de Asturias, se sorprende de la piedad y actitud de las hermanas de Venta de Baños, durante su visita al monasterio de La Trapa. Por tal motivo, hace todas las diligencias a su alcance para que las Doroteas vayan a su parroquia.
La Madre Felisa (Vice-Provincial) y M. Luisa Botana (Superiora de Vigo), emprenden viaje hacia Asturias para conocer “in situ” el alcance de la propuesta. Piden parecer al Padre Villamil, Sacerdote Jesuita, quien desde el primer momento se muestra sumamente interesado en la presencia de las Doroteas aunque no en Pillarno, sino en Avilés, ciudad industrial con una verdadera explosión demográfica.
Las dos hermanas trabajan sin descanso en los difíciles trámites de la posible fundación. Se alojan durante el primer mes con las Hermanitas de los Pobres
Mientras tienen lugar las obras de reforma y mejora de la casa de los señores de Colunga (quienes, desde el principio, mostraron a las hermanas gran generosidad y toda clase de atenciones) casa que alquilan para el nuevo colelgio.
En el año 1958, en la noche día 2 de enero de 1958, nace la nueva comunidad de Avilés. La madre Felisa hace la consagración de la Casa al Corazón de Jesús por medio del Corazón Inmaculado de María y depositó en ellos a las nueve hermanas que allí iban a empezar su misión apostólica al servicio de Dios y del pueblo asturiano. Forman parte de esta primera comunidad Elena Aparicio (Madre Superiora), Josefina Castro, Isabel Pérez, Benigna Núñez, Ángeles Reymúndez, Emilia García, América Garrido y Generosa Paz (postulante). Después de vencer múltiples dificultades, el día 1 de Agosto, la madre Felisa firma la escritura de compra de un espléndido solar situado en una colina sobre Avilés, en la zona llamada Valgranda, y allí se proyecta el futuro colegio...
Una vez nacida la nueva comunidad de Avilés y después de vencer múltiples dificultades, el día 1 de Agosto, la madre Felisa firma la escritura de compra de un espléndido solar situado en una colina sobre Avilés, en la zona llamada Valgranda, y allí se proyecta el futuro colegio.
El padre Villamil, en la apertura del nuevo colegio, dice a las hermanas: “No se preocupen, de momento, por el número de niñas. En cuanto las conozcan, acudirán de todas partes, porque el espíritu y formación que dan como educadoras no es fácil encontrarlo en otro sitio.” Y un párroco de Avilés que, apoyado en falsos prejuicios no se mostraba muy contento con las hermanas pues creía que se iban a dedicar exclusivamente a la clase alta, al verlas trabajar en la catequesis, en los barrios, en la escuela parroquial...bendice al Señor que ha querido llevarlas allí y dice: “En Avilés, no hay obra de apostolado en la que no estén trabajando las Doroteas”. También el Obispo en su primera visita a la Comunidad: “Es la primera vez que nos vemos y ya me encuentro con ustedes como si nos conociéramos de toda la vida”.
El deseo de Paula fue dedicarse a los más necesitados porque en ellos encontraba “La imagen de Jesús sin marco”, el deseo de las hermanas que llegan a Avilés es el mismo. Y con este deseo, y allá arriba en una colina sobre el pueblo y en una situación privilegiada en muchos sentidos, se pone en marcha la primera piedra del nuevo colegio. Hemos de tener muy presente que los medios con los que cuentan las hermanas de la Comunidad para la nueva construcción no son más que la inquebrantable confianza en Dios: “Los que confían en el Señor no se verán nunca defraudados”.
En Adviento del año 1962, Jesús “nace” de nuevo en otro Sagrario: a mediados de diciembre la comunidad de Avilés deja la primera casa en la que había residido los primeros años de su andadura por tierras asturianas... La primera Eucaristía se celebra en la biblioteca del nuevo colegio. Las hermanas son acompañadas por el reducido grupo de alumnas mayores que eran las primicias del gran colegio que hoy es Avilés.
¿Qué os ha parecido? Contadnos vuestras opiniones.
¡Un abrazo!